La gestión de residuos
urbanos sigue siendo un reto persistente en el país, con los residuos orgánicos
constituyendo al menos el 55% del total, un porcentaje constante en Cochabamba.
Actualmente, estos desechos se depositan en rellenos sanitarios o botaderos a
cielo abierto, desaprovechando su potencial y generando impactos adversos como
contaminación del suelo, emisiones de gases de efecto invernadero
(especialmente metano), lixiviados y malos olores, que comprometen la calidad
de vida de las comunidades cercanas.
Implementar estrategias de
valorización, como procesos aeróbicos y anaeróbicos, es esencial para mitigar
estos efectos y convertir los residuos en recursos útiles, como abono, biogás y
biól, alineándose con las leyes 1333 y 755. Este proyecto promueve una gestión
sostenible de los desechos orgánicos, reduciendo su volumen, generando energía
limpia y aprovechando su valor intrínseco.
El origen del esfuerzo se
remonta a 2007, cuando el proyecto Ecovecindarios, liderado por Swisscontact,
impulsó la revalorización de residuos sólidos urbanos. Desde 2008, la
cooperación suiza ha respaldado al municipio de Cochabamba en un modelo
integral de gestión, dando paso a un enfoque específico para aprovechar los
residuos orgánicos y producir abono, biogás y biól. A partir de 2010, el
Programa de Investigación Aplicada (hoy Centro de Investigación en Tecnología
Aplicada - CITA), junto con la Planta Piloto de Bioprocesos, inició
investigaciones biotecnológicas sobre la transformación de la fracción
orgánica. En 2011, se optimizaron estos procesos, y en 2012, se presentó a
Swisscontact un sistema capaz de procesar 20 toneladas diarias, con potencial de
escalabilidad. En 2013, se construyó un prototipo de compostaje automático y
sistemas anaeróbicos para biogás y biól.
Estos avances se sustentan
en experiencias previas de 1986-1992, cuando la UMSS y GIZ desarrollaron unos
60 biodigestores familiares (5-30 m³), estableciendo una base sólida. Desde
2011, el Programa de Investigación y Tecnología Aplicada (PITA), ahora CITA, ha
continuado esta labor en colaboración con Swisscontact. Hoy, CITA ofrece un
conjunto de tecnologías adaptables y escalables, diseñadas para las condiciones
regionales del país.
El impacto de esta iniciativa es transformador:
reduce la carga ambiental de los rellenos sanitarios, disminuye las emisiones
de gases de efecto invernadero y genera ingresos locales mediante la producción
de abono y biogás, beneficiando a comunidades y pequeños productores. Además,
fomenta la economía circular, crea empleos verdes y promueve la autosuficiencia
energética, posicionando a Cochabamba como un modelo de sostenibilidad
replicable a nivel nacional.