Con una visión compartida hacia la
innovación y la sostenibilidad, el Centro de Investigación en Tecnología
Aplicada (CITA) y el Laboratorio de Asfaltos y Pavimentos (LAB), ambos del
Departamento de Ingeniería Civil, unieron talentos y capacidades para materializar
un proyecto de gran valor: el Reactor Modificador de Asfaltos.
Este desarrollo, fruto del trabajo
colaborativo entre especialistas en tecnología aplicada y expertos en
materiales viales, no solo representa un logro técnico, sino también un
compromiso con la sociedad y el medio ambiente. El reactor fue diseñado, construido
y puesto en funcionamiento con éxito, permitiendo mejorar las mezclas
asfálticas tradicionales al incorporar un elemento innovador: el caucho de
llantas en desuso.
Un proyecto con propósito: impacto más allá
del laboratorio
Lo que hace especial a esta iniciativa es
su triple impacto positivo, que trasciende las paredes del laboratorio y se
conecta directamente con las necesidades reales de nuestra comunidad y nuestro
planeta:
Para nuestro planeta: Cada año, millones de
llantas usadas se convierten en un pasivo ambiental, al ser quemadas o
acumuladas en vertederos, contaminando el aire y la tierra. Este proyecto les
da una nueva vida. Al transformar ese caucho en un componente valioso para el
asfalto, estamos cerrando el ciclo de este material, reduciendo la
contaminación y avanzando hacia una economía circular.
Para nuestra economía: Convertimos un
residuo problemático en un recurso. Esto no solo le da un valor económico a un
material que antes se desechaba, sino que también produce un asfalto de mayor
calidad y durabilidad. Para las comunidades, esto se traduce en carreteras que
requieren menos mantenimiento y en una optimización del gasto público,
liberando recursos que pueden destinarse a otras necesidades urgentes.
Para nuestra gente: Al final, el mayor
beneficiado es el ciudadano. Las calles y carreteras pavimentadas con este
asfalto mejorado son más resistentes, seguras y duraderas. Esto significa
viajes más smooths, menos baches y una infraestructura que mejora la calidad de
vida de todos, conectando comunidades de manera más eficiente y segura.
El valor de trabajar juntos, el éxito del Reactor Modificador de
Asfaltos es un testimonio de lo que se puede lograr cuando distintas unidades,
con conocimientos complementarios, comparten un objetivo común. El CITA aportó
su expertise en desarrollo tecnológico aplicado, mientras que el LAB contribuyó
con su profundo conocimiento de los materiales y los procesos de pavimentación.
Juntos, demostraron que la colaboración interdisciplinaria es la clave para
desarrollar soluciones ingenieriles que no solo son técnicamente sólidas, sino
también socialmente responsables.
Este proyecto es mucho más que una máquina;
es una promesa de un futuro donde la ingeniería y la innovación trabajan hand
in hand con la sostenibilidad y el bienestar de las personas.